Hace ahora dos años, cuando planteé la posibilidad a Virginia Molina, la moradora y restauradora, junto a su familia de este singular y bello patio, estàbamos de acuerdo en que queríamos hacer algo diferente, al menos, desde el punto de vista musical, a todo lo que se había hecho anteriormente en el Festival de los Patios de Córdoba; por entonces, andaba investigando un estilo musical emergente pero aún bastante desconocido, el jazz árabe, en el cual se plasman con finura las inquietudes musicales de una nueva generación de músicos, algunos nacidos y crecidos en paises en conflicto de oriente próximo, otros hijos de emigrantes del magreb, pero también algunos músicos occidentales que han adoptado con vehemencia las premisas culturales procedentes del norte de Africa.
Resultó en una velada mágica, de la que tiene su continuación y proyección el próximo miércoles, donde ahondaremos en este estilo, pero también en otras vertientes de lo que yo he autodenominado «Primavera Musical Arabe», recogiendo propuestas de música electrónica turca, hipnotic dub, y blues del desierto, entre otros.
Agradecer de nuevo a Virginia, activista cultural e innovadora social, guerrera, cuyas únicas armas son la palabra y el corazón, la posibilidad de evocar musicalmente un pasado común en la que otrora fuera Al Andalus, y de sentir la pujanza y apertura musical que ahora fluye como espolón de libertad deseada en los paises africanos musulmanes.
Fotografía de portada; Manu Blanco
