El jueves 18 de enero de 2018 se presentará en Córdoba (Círculo Cultural Juan 23, c/La Palma, 2) el último poemario de José Luis Campal, titulado PASQUINES, tercera y última entrega de la trilogía social iniciada con «Pancartas» (Córdoba, Detorres Editores, 2015) y continuada con «Pintadas» (Navarrés, Valencia, Babilonia Ediciones, 2016). El acto comenzará a las 20 horas. El investigador, bloguero y escritor Manuel Harazem será el encargado de presentar al autor e introducir la obra. La entrada es libre hasta completar el aforo.
José Luis Campal (Asturias, 1965) es filólogo y pertenece al Real Instituto de Estudios Asturianos y a la Sociedad de Literatura Española del Siglo XIX. Bibliógrafo, comisario de exposiciones e investigador literario, edita desde 1991 la revista ensamblada de experimentación visual «El Paraíso». Es autor desde 1983 de plaquettes y libros en español, bable y portugués, en verso y prosa, tanto discursivos como experimentales, algunos de cuyos títulos son: «A tientas» (1983), «Vejez de la luna» (1991), «Gran oferta» (1993), «Décimas dadaístas» (1994), «Ángulos» (1996), «Importe bruto» (2000), «Les güelgues» (2007), «A paixão» (2008), «Algunos microrrelatos» (2010), «La sidra en la poesía» (2012), «Caderno da Cidade dos Sonhos» (2013), «El regalo» (2014), etc.
De PASQUINES, que publicó en 2017 PiEdiciones inaugurando su colección «Octavilla», se ha dicho:
● «Campal, es capaz de estar o escribir de y en los humanos lugares más dispares, pero siempre estando y escribiendo, todo él, al cien por cien, con total pasión y toma de posición, de partido, más humano que político, hasta mancharse, hasta mancharse de luz, de claridad, de indubitable humanidad. Y no siendo dulce la realidad, no se le exijan al poeta edulcorantes. Por eso los poemas de José Luis vivifican. Proclaman verdades y a la par piden, exigen socorro, solidaridad, justicia. Proclaman verdades que nos abren los ojos, que nos recuerdan lo por nosotros sentido y que nos ha hecho dudar hasta de nosotros mismos.» (Juanmaría García Campal, León, 1-VI-2017)
● «PASQUINES huele a lucha, a inconformidad con el statu quo. Algunos podremos despertar de este estado opiáceo y convulso de una sociedad idealizada y para nada real en la que transcurrimos creyendo ser libres, creyendo ser dueños de un camino que nos pintan día a día. Fulminantes ideas y aseveraciones, a veces airadas, a veces recapitulatorias, a veces llenas de un carácter sentencioso, a veces incluso bailando de tú a tú con la jocosidad. José Luis, sin medias tintas, nos interroga y a cambio nos hace partícipes de su lucha, de su compromiso y realidad. Es así como el latir de José Luis en sus decepciones se hace también nuestro, arañando la venda que cubre nuestros ojos, hasta que sin abrirlos podamos de nuevo volver a ver.» (Felipe J. Piñeiro, León, 1-VI-2017)
● «Campal es visceral y no hay que leer mucho para tomar conciencia de ello. Carga contra todos y contra todo. PASQUINES tiene un sabor marcadamente amargo, indignado e irritado. El receptor debe interpretar el mensaje al margen del propio pensamiento ideológico y del entorno sociocultural en que se desenvuelve. Resaltaría cómo abre y cierra este libro. Su primer poema supone un lamento (o una dura crítica) por la impasividad mostrada por la sociedad actual, mientras que el sexagésimo se cierra con una llamada, sentenciadora, a la reflexión y la reacción. Es como una despedida en la que aprovecha para dejarte un buen consejo de amigo, como diciéndote «yo ya he terminado mi trabajo, ahora lo que queda es cosa vuestra”.» (Luis Ángel Fernández, Pola de Laviana, 5-VI-2017)
● «En PASQUINES el lector podrá apreciar que la fuerza de este compromiso nace del corazón, de unos principios vividos desde siempre y de la disconformidad con el bofetón de realidad e hipocresía con el que nos desafía a diario la sociedad de consumo. En un mundo construido para que los esclavos no sepan que lo son y sigan engrasando la maquinaria que mantiene a unos pocos en lo alto mientras millones se arrastran por las porquerizas de la miseria, una voz se alza en el desierto de la cordura para gritarle a la cara al sistema que no le engañan, que todavía queda gente en pie que se da cuenta de lo que pasa y que no va a arrodillarse en silencio para ofrecer su cuello al hacha de la productividad monetaria. Gente que es capaz de vomitar al rostro del cacique de turno las verdades que no soporta escuchar porque su contenido derriba todo su castillo de naipes y porque su verdad intrínseca araña y azuza la poca conciencia latente que aún no han conseguido matar, silenciar o pervertir. Como poeta social le remueven los que –para la sociedad– se presentan como dilemas éticos, ya que su conciencia éticamente educada y no pervertida por el falso hedonismo imperante y los dictados de los sofismas políticos y publicitarios, se da cuenta enseguida de lo que se esconde a una gran mayoría: falsedades de planteamientos, engaños manifiestos, sibilinas manipulaciones o aberraciones patentes y clamorosas; en definitiva una hipocresía brutal que a base de descaro y repetición se ha ido instalando en nuestra sociedad. Algo que ha sido facilitado por quienes viven inmersos en esa hipocresía, en esa doble moral, en ese doble rasero, en esa lógica quebrada y retorcida de lo ilógico y lo contradictorio.» (Nicky Negrete, Madrid, 7-VII-2017)
● «PASQUINES emociona porque es una expresión de libertad de pensamiento hasta sus últimas consecuencias. Plantea el poemario una descripción dura y realista de nuestra sociedad, una sociedad deshumanizada en la que el autor levanta su palabra con coraje. La poesía tiene mucho de revelación, y en el caso que nos ocupa tiene, además, mucho de rebeldía. El pensamiento y la escritura en libertad entrañan para Campal una gran responsabilidad: ejercer la memoria, pues, en un mundo donde tantas cosas nos matan, él sabe que lo que más mata es el olvido. Es la de PASQUINES una sinceridad que emociona, una poesía que se pone siempre del lado de la víctima. El poder de la poesía para establecer el verdadero sentido de las cosas, el significado certero. Una poesía que ayuda a desvelar aquello que está en sombra en nuestro corazón, en nuestra vida cotidiana.» (Isabel Marina, Avilés, 26-X-2017)
● «De este poemario uno no puede salir ileso. En él, el autor nos cuenta contornos y aspectos del mundo. Y aún más. Nos cuenta cómo nos comportamos nosotros dentro de este mundo. El desquicie de estar vivo, la mezquindad humana. Poesía del momento, confesión de la destrucción, de la crisis y el espanto, de la mentira que rodea al ser humano actual y desde el principio de los tiempos.» (José Marcelino García, Gijón, 27-X-2017)
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