Tras esa apariencia de la típica dama de la campiña inglesa, que parece pasar buena tarde tomando una taza de té Earl Grey mientras termina de leer alguna novela de la época victoriana, se escondía una de las mentes más brillantes para planear y ejecutar un crimen de tal perfección que nadie podría descubrirlo ( por supuesto en la ficción ¡que sepamos! )
Estamos hablando de una de las autoras más célebres del siglo XX. Agatha Christie conocida no sin mérito como la » Dama del Crimen».
Su carrera literaria comenzó cuando tenía veintinueve años. Al escribir » El misterioso caso de Styles» en cuyas páginas aparecerá para convertirse posteriormente en un asiduo, el personaje de Hércules Poirot, que junto al Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, es uno de los detectives más famosos de la literatura. Sin embargo, el éxito le llegará a Christie seis años después de esta primera publicación con » El asesinato de Roger Ackroyd». Desde ese momento y hasta el día de hoy, Agatha Christie se convirtió en una de las escritoras más populares del género policíaco.
Como a la mayoría de escritores, no se pueden entender las novelas de la » Dama del Crimen » sin conocer su vida. Christie conocerá el horror de la muerte trabajando durante casi toda la Primera Guerra Mundial de enfermera voluntaria, y los escenarios de sus » asesinatos» se deben a su temperamento viajero e intrépido, por el cual viajará a las idílicas islas de Hawái donde será una de las primera europeas en practicar surf. Pero sobre todo, sus continuos viajes a Oriente Próximo a donde conocerá a su segundo marido el famoso arqueólogo Marx Mollowan, catorce años más joven que la escritora y que le proporcionará una relación afable y feliz, le servirán para escribir sus novelas más conocidas como » Asesinato en el Orient-Express» o » Muerte en el Nilo.
Fue una autora incansable, llegó a componer ochenta novelas, más obras de teatro y relatos de índole sentimental. Dos años antes de morir en su mansión de Inglaterra, publicará su última novela » Telón «.
El triunfo de Christie radica sin lugar a dudas en saber mantener en vilo al lector, pues como ella misma dijo: » la mejor receta para la novela policíaca es que el detective nunca debe de saber más que el lector»
Aaron Carretero
